Límpialo regularmente con un paño suave y agua con jabón suave. Evita el uso de limpiadores abrasivos o productos químicos fuertes. Almacena la pileta en lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa y temperaturas extremas. Inspecciona periódicamente para detectar signos de desgaste y, si es necesario, sigue las instrucciones del manual incluido para reparaciones menores. Si tienes más preguntas, no dudes en contactarnos.